5.4.07

Fusilan en la patagonia, "fusilan" en nuestras escuelas



Compañero Carlos, ¿habrás andado por nuestras escuelas Riotercerenses?, ¿por la Bidondo de Zerega, por la Güemes, por la Sarmiento o quizás por la Rótulo?. Acá se dice que no tienen problemas. En cambio al ver la realidad que ven los docentes comprometidos como eras vos, esa realidad que corta la sociedad, no solamente divide como en el medioevo por cuna, sino por la escuela a donde vas, sea de primera, segunda o de última, como más arriba escribía - cosa que hacemos por haber tenido maestros como vos - al ver esta triste realidad de destrucción de la escuela pública, junto a tus compañeros y alumnos luchabas, hasta que el vil asesino sin respuestas, te fusiló. Compañero Carlos Fuentealba, desde Río Tercero, un pequeño homenaje a tu lucha.



MASA

Al fin de la batalla,
y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre
y le dijo: "No mueras, te amo tanto!"
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Se le acercaron dos y repitiéronle:
"No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!"
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Acudieron a él veinte, cien, mil, quinientos mil,
clamando: "Tanto amor y no poder nada contra la muerte!"
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Le rodearon millones de individuos,
con un ruego común: "¡Quédate hermano!"
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Entonces, todos los hombres de la tierra
le rodearon; les vio el cadáver triste, emocionado;
incorporóse lentamente,
abrazó al primer hombre; echóse a andar.

(César Vallejo. España, aparta de mí este cáliz)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Osbaldo: Es una pena que por reinvindicar lo justo, una injusticia se extienda, cual sobra, sobre un pueblo, porque es un asunto que nos concierne a todos. Que la muerte de aquel compañero tragicamente famoso, no sea un hecho que se extinga cual vela frente al viento. Y mientras personas como vos levanten su voz, creere que no murio en vano.

Anónimo dijo...

La muerte de Carlos Fuentealba es un reflejo, triste pero reflejo al fin, de la sociedad violenta en la que vivimos y un resago cruel de la impunidad con la que se manejaron sectores de la sociedad en tiempos pasados.
Un abrazo y continuá así, el blog es excelente. Bárbara

Osbaldo Potente dijo...

Gracias Bárbara y Marco..
La muerte de Carlos mató a muchos y en esa muerte nos dió otra vida, la que va a evitar que los que la hicieron la sigan realizando y sobre todo que podamos conseguir una educación que libere, una mejor educación.