Hoy en día las urbes se convirtieron en el lugar donde vive la mayoría de los humanos, cosa inédita en la historia. Formando un proceso de larguísima data, "viaje" en que fuimos acompañados por nuestros hermanos los perros, la agricultura, la escritura y otros artefactos que se enclavan en el tiempo profundo.
Estas ciudades, las actuales, en vertiginoso cambio, deslumbrarían a cualquiera que hubiera detenido su comprensión apenas algunas décadas atrás, teléfonos celulares con cámaras, cibernética, alta tecnología, globalización y miles de artilugios que han enceguecido a muchos que pensaron en el advenimiento del postrabajo, una sociedad donde el trabajo humano era secundario, el "fin del trabajo" mismo...
Y. ¡Splasss!. El sueño se terminó.
Con sólo que los "basureros" no recojan los residuos, nuestras ampulosas ciudades se derrumban. El ajetreado andar cotidiano se detiene.
El clamor de la clase media por "la basura amontonada" se dejaba (esta palabra es correcta) escuchar, en estos días postelectorales, por las radios locales, que ahora abrieron el "grifo" al reclamo de los ciudadanos, porque la pauta por las elecciones terminó, pero no los compromisos políticos. Estas voces nos describían sobre la basura acumulada y la molestia generada en el discurrir de nuestras vidas.
Era ocasionado esto porque los trabajadores afiliados al sindicato de camioneros llevaron a cabo una medida de fuerza por una merecida recomposición de sus magros sueldos.
Los Obreros de verdes uniformes, realizaban un quite de colaboración, exigiendo mejoras en las condiciones laborales, un reajuste en los tickets que reciben a cambio del presentismo y el reconocimiento de una deuda por refrigerio. Un ínfimo pedido, frente al considerable y oneroso embolso que recibe la empresa Ashira, que mantiene este privilegio en otro de los ejemplos de la continuidad política entre el actual intendente radical Luis Brouwer de Konig y el anterior peronista Carlos Rojo.
Esta empresa amén de duplicar sus emolumentos con el nuevo acuerdo (paso de recibir 1,2 millones por año a 2,3 millones en el contrato actual), también duplicaron la explotación sobre los sufridos laburantes, que mantiene nuestra ciudad en marcha.
Algunos de los "ajustes" (subterfugio de la verdadera sobrexplotación) sobre las condiciones de trabajo de los empleados de Ashira son: duplicación de las cuadras atendidas por los obreros caminates, pasaron de 26 a 40; en 15 años de crecimiento ininterrumpido de Río Tercero, mediante la soja y el aporte de nuestras vitales fábricas, las cuadrillas recolectoras son las mismas, dos camiones en dos turnos. De no creer.
El resultado de esto es ver muchachos corriendo detrás de los camiones, ofreciendo sus rodillas a nuestra cómoda higiene; trabajando en plena lluvia, ofreciendo su salud a nuestra higiene.
La higiene de nuestros políticos
El conflicto está ahora congelado, la empresa se comprometió a tener en cuenta los pedidos de los trabajadores, es muy factible que el impasse se deba a que Moyano, cacique de la CGT y de los Camioneros, acordó con el gobierno nacional, bajos salarios para la viabilidad de este modelo económico, pero también hay que sumar que la espalda de Ashira la cubre la administración municipal, manteniendo sus ganancias, haciéndose cargo de los aumentos salariales.
La ciudad necesita "sus basureros", pero los necesita sanos y dignificados.
Que ganen un mejor sueldo es un bien social, los trabajadores reinvierten sus "suelditos" en la ciudad y ese es una pequeño triunfo ya que si no se interponen, es una forma de achicar el "paquete" que se llevan los dueños de Ashira.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario